viernes, 25 de febrero de 2011

Dos partos maravillosos y tan distintos... (por MARIANA MILA)

Dos Historias de Partos..tal cual lo relata Mariana..maravillosos y distintos! Un relato que emociona, que conecta y que vale la pena lerlo hasta al final. Momentos y situaciones por las que todas hemos pasado y que hoy Mariana escribe y comparte con nosotras: Algo unico y propio como...su historia


Ser mamá es lo más importante que me pasó en la vida.... Dos partos maravillosos y tan distintos... Primero Martina y luego Benjamín. 
Por Mariana Mila
 
Nacimiento de Martina:

Siento que Juan fue papá mucho antes que yo,  desde que me conoció me dijo que quería que fuera la madre de sus hijos. Con los años, fuimos formando nuestra familia pasito a pasito. Primero cuando estaba recién recibida nos fuimos a vivir juntos. A los pocos meses, compramos  un terreno en el Bosque Peralta Ramos, y el ya quería formar una familia yo le decía todavía no, todavía no. Yo tenía muy cargada la espalda aun. Después decidimos casarnos, mucha preparación, buscando lugares, preparando todo, fuimos viviéndolo con mucha emoción con ayuda de las dos familias.
Tuvimos que dejar muchas cosas atrás para ser padres, la pérdida de mi mamá, el cáncer de nuevo en mi papá.
Mucha elaboración psicológica, emocional, física, me llevó mucho tiempo descubrir la maternidad es mi. Trabajé mucho en terapia con Liliana, lloré mucho y me fui vaciando de esos sentimientos de culpa, tristeza, angustia, incertidumbre para empezar a vivir  el proyecto de un hijo con mucha felicidad, expectativa, amor, esperanza, eso si, con mucho miedo.

Un día le dije a Juan: - y bueno… dale busquemos el hijo...
Se le llenó la cara con una expresión increíble de felicidad, que hoy la veo cuando la mira a Martina.
Comencé con el Ácido Fólico y Martina no se hizo esperar,  la buscamos solo  2 meses. Ella vino enseguida. Un evatest negativo en agosto de 2006, pero yo la sentía, sabía que estaba allí, sentía el cambio en mi útero, un poco de gastritis, un poco de nausea matutina. A principios de septiembre pedí un análisis de sangre. No se que millonada de sub unidad Beta, estaba embarazada!!!!!!!!
Lo llamé por teléfono y le dije que iba a ser papá, el no podía parar de gritar de la emoción.  Al día siguiente la eco para confirmar, y para sorpresa de los dos, se escuchaba el corazón, como latía!!!!!!! Estaba de 9 semanas.
Al día siguiente viajábamos a San Juan de  campamento. Nos animamos y nos fuimos. Pensamos todo en el viaje, yo compré el libro de Miriam Sttopard, concepción, embarazo y parto y uno de nombres. Fue hermoso, pensamos los nombres, a mi sólo me salían nombres de mujer, y el más firme siempre fue Martina. Yo la sentía mujer, aunque me daba incertidumbre pensar en criar una nena, dicen que son más difíciles…
Leí el libro, comencé a enterarme que me iba a pasar. Sentía un poco de nauseas a la mañana, y empecé a engordar, esa parte no me gustó mucho. Sentía que me iba hinchando, a las 12 semanas fue mágico, toda sensación fea se fue, y me sentía plena, feliz, me tocaba la panza que todavía no había crecido pero que me imaginaba como se iba a poner.  El obstetra nos confirmó lo que yo sentía, era una nena a las 11.6 semanas. Me ponía crema dermaglós por todos lados, comía bastante, me daba hambre y arranqué gimnasia con Mónica. Fueron momentos muy felices, de a poco el útero se empezó a notar, cada vez, más, la ansiedad y alegría de toda la familia, las especulaciones, pasó el verano, y yo estaba de 7 meses, la conocí a Gabriela y empecé el trabajo corporal con pelotas gigantes y con Adriana el curso de pre- parto, leí mucho, me metía en las paginas de Internet y buscaba, necesitaba saber que iba a pasar y encontrarme con lo que quería. Juan lo vivía más naturalmente, y sus miedos pasaban por otros lados, siempre estuvo conmigo, y tenía claro que quería participar, cortar el cordón y si podía, recibir a Martina.
Yo sabía que quería que no me apuren, que naciera cuando tuviera que venir, no quería inducciones, ni intervenciones innecesarias. Quería esperar a que ella y yo estuviéramos listas para vivir ese momento tan mágico que es el nacimiento.
Tuvimos una falsa alarma de parto, Juan me llenó la bañadera y logre relajarme, estaba muy angustiada. Sentía tristeza, mi mamá que no estaba, la muerte, la angustia.
Esperamos, Martina se hacia esperar, tactos, monitoreos, ansiedad, estaba todo preparado…  y Martina que no venía.
Era mayo de 2007, 40 semanas y todavía nada. Llamaba toda la familia y amigos con la pregunta: ¿Y para cuándo? Como si yo lo supiera…
Tenía los pies un poquito hinchados, así que me cuidaba con la comida y la sal.
Hasta que me cansé, me liberé, me entregué, lo dejé en manos del destino, y me dejé ir, me dejé sentir. Tenía hambre, quería comer, y comí!!!!
Matambre tiernizado con criollita arriba (un plato entero), papas fritas (una porción grande) 500 cc. de coca cola común, y de postre… panqueque de manzana con caramelo!!!!! Nos fuimos del restaurant con contracciones.
Llegamos a la Florida a las 12 de la noche, ya era 5 de mayo de 2007, 40.2 semanas. Me dormí, giré mucho en la cama, hasta que a las 5 am, me levanté, escuche música, escuche las relajaciones que me habían grabado Mónica y Gabriela, y las contracciones estaban ahí, yo no las pedía, y ellas venían. Me puse en la pelota, busqué posiciones, respiraciones, y las contracciones eran muy duras, me angustié, lo desperté a Juan, le dije que era el momento, me prendió ducha, y tampoco me relajó.
Silvia, mi suegra estaba en Mar del Plata desde hacia 2 semanas, y había prometido respetar ese momento de intimidad, no se como se aguantó y se quedó en la cama haciéndose la dormida, solo se acercó a la  puerta cuando nos íbamos a la clínica y nos deseó suerte.
Llegamos a la clínica a las 7, una hora en la guardia, me revisó un obstetra de guardia que me trató bastante mal (claro, lo había despertado…), me hizo un tacto que no me gusto y me dolió, me rompió la bolsa probablemente a propósito, con 3 de dilatación.  Yo tenía mucha angustia, a las 8 llegamos a la habitación. A los pocos minutos llego Adriana la partera con una sonrisa, yo lloraba, me dijo, por fin llegó el momento que tanto esperabas!!!!!!! Llegó Anselmo, me revisaron pidiéndome permiso, me sentí entre amigos, cuidada, necesitaba esa intimidad.
Entre llantos me dejé ir y caí en la cuenta, era mi momento, me curé, me sané, me saqué la angustia, lloré, solté a mamá, y me conecté con Martina, que estaba ahí, esperándome. Ya nos conocíamos, yo sabía como se comportaba en la panza, que música  la relajaba, donde le gustaba que la acaricie.  Me volé, me fui a otro planeta, cuando volví tenía 7 de dilatación!!!!, ya faltaba poco. Las contracciones eran fuetes, me puse ansiosa, me superaban, pedí medicación. Me puso en el suero demerol, me volé de nuevo, y cuando abrí los ojos estaba en sala de parto, unas chicas me querían atar las piernas, yo grité que no!!!!, lo llame a Anselmo, él las retó y les dijo que me dejen. Yo estaba acostada y me agarraba las piernas, abrí nuevamente los ojos y pregunté por Juan, que venía corriendo vestido de celeste. Me fui de nuevo, se que había mucha gente, eso no me gustó. Todos me hablaban, me decían lo que tenía que hacer, yo pujaba en esa posición tan incomoda. Abrí los ojos nuevamente y pedí por Adriana, Anselmo me dijo con voz de resignación que ella no podía entrar a sala de partos. Yo realmente la necesitaba, estaba volada, todos me hablaban, yo necesitaba que se callen!!!! Pero no podía decir nada estaba en Urano. Un hombre gordito, que estaba a mi lado (el anestesista) no se que hacia ahí, yo no lo necesitaba, pero me toco el hombro y me dijo:
- hola yo soy Chechu
- hola Adriana le dije yo (yo necesitaba a la gorda!!!!!!)
Y en mi voleo, creo que de alguna manera Chechu (que para mi era Adriana) me ayudó.
Pujé fuerte creo que fue los más duro que hice en mi vida,  y salió la cabecita, el cuerpo, la recibieron entre Juan y el médico, enseguida me la dieron. Nos miramos ella estaba con sus ojos abiertos, nunca me voy a olvidad de esa mirada, era tan igual y a la vez tan distinta a como me la había imaginado… Juan cortó el cordón.
Fue mágico, sentí que volví de otro mundo, que estaba todo bien, ya estaba en paz, en armonía con el universo, con mi vida, con mi pasado.
Algo adentro mío se murió para que pueda nacer la vida a través de Martina. Se acercó Juan, nos abrazamos, no lo podía creer. Eran las 10:45.
Después me entré de la episiotomía, hemorroides. Y la peor parte, se la llevaron a la neo, no se a hacer que, porque ella estaba bien. Dos horas tardaron, no se porque hicieron eso, para nosotros fue la espera más larga, para ellos una rutina. Y me la devolvieron cambiada, bañada, con gotas en los ojos, la habían pinchado, le habían pasado las sondas por la boca y el ano.
Nos costó conectarnos nuevamente, no se prendió fácil a la teta.
Esa separación fue espantosa. Pasaron las horas y todo se fue haciendo más fácil, y se prendió a la teta, fue hermoso, lo que sentía, no podía para de llorar. La alegría nuestra y de toda la familia.
Fue la experiencia más hermosa e intensa que tuve en mi vida.
Las mujeres sabemos lo que tenemos que hacer, solo nos tienen que dejar.


Nacimiento de Benjamín

Estoy embarazada de nuevo. Que distinto!!!!!!  No lo buscamos, él llegó a nosotros, así de golpe. Con Martina me curé de mis tristezas, Benjamín me rompió las estructuras. Que saludable es tener hijos…
Al principio, no lo podía creer, a mí, que me pase una cosa así!!!! Quedar embarazada, sin buscarlo!!!!
Estábamos en crisis con Juan, con la casa a medio hacer, viviendo en lo de mi papá y su señora. Martina tenía 1 año y medio.
Me sentía rara, compramos un evatest, en enero de 2009 y dio positivo!! Lo fuimos a ver al médico nuevamente, ecografía,  ahí estaba  la bolsita con el embrión. 5 semanas de embarazo. ¡No había tomado el Ácido Fólico!!!!! Me sentía irresponsable!!! No me sentía feliz, no sabía como iba a hacer con todo.
A los 15 días otra eco, y se escuchó el corazoncito, pum, pum, pum, pum a todo volumen. Así entré en realidad, otra vida, me tenía que acomodar, lloré y le pedí perdón a mi bebé por no alegrarme en un principio, yo y mis estructuras…

En seguida me entusiasmé, me empecé a preparar, esta vez no iba a esperar a los 7 meses para conectarme con él. Compré libros, empecé trabajo corporal con Gaby así, sin panza.
Volví a leer a Miriam Stoppard y  Parir en libertad de Raquel Shallmann, me partió la cabeza.  A las 11.5 semanas en médico nos confirmó lo que yo ya sentía, un varón. Juan no podía disimular la felicidad. (Antes decía que le daba lo mismo) Un varón… cuantas cosas distintas.
Sentía gastritis, a las 12 semanas mágicamente todo desapareció. Me sentía muy bien. Sobre todo con mi cuerpo, me sentía que era un útero que caminaba.
 Empecé a cuestionar mi parto anterior, que cosas no me habían gustado.  Cuando llegué a la Clínica y me recibió el obstetra de guardia que me maltrató.  No me gustó haber pedido demerol que creo que me complicó el expulsivo. Que no esté Adriana conmigo en el expulsivo. La falta de intimidad en la sala de partos,  la episio,  lo peor: cuando se la llevaron 2 horas de rutina… Eso me empezó a sembrar las ganas de que este parto fuera distinto.
Comenzamos terapia con Juan, nos empezamos a reencontrar, a acomodarnos a esta nueva etapa, nos volvimos a conectar, a reencontrar, nos mudamos al Bosque, a nuestra casa por fin!!!!!!
Que linda conexión con Benjamín!!!! Comencé a hacer con gaby trabajo corporal en la pileta.
Tuve un embarazo maravilloso, sin problemas, muy conectada.
En Julio de 2009, me mandaron a casa por la epidemia de Gripe A. Estuve más de 2 meses sin ir a trabajar.
Seguí leyendo, Parir con pasión de Carlos Burgo, Partería espiritual, Parir sin sufrir, uno de Sheila Kitzinguer. Y empecé a averiguar como era eso de tener un bebé en casa. Le dije a Juan, no le convenció mucho, pero igual me apoyó. Nos conectamos con Mirta una partera de Bs As  y Adriana mi partera de siempre. Hablé con Magui, una mamá que había parido en su casa. Nos entusiasmamos.
Cuando hablamos con el médico, no le gustó mucho, nos habló de riesgos y la relación cambió nos pusimos todos tensos. Eso la verdad es que no me gustó mucho porque con él, siempre tuvimos muy linda relación, lo admiro como profesional, lo quiero como persona y amigo.
Le pude decir que no era con él el problema sino con el sistema en que tenemos que insertarnos para tener a Benjamín. Él respetó siempre mis deseos a la hora de parir pero en un parto hay muchas cosas que no dependen del obstetra.
Nos empezamos a preparar como pareja para encarar el parto en casa, y empezaron a surgir las dudas, los miedos, la necesidad de la partera en Mardel antes de la fecha probable de parto, la ambulancia, el neonatólogo, etc.
Una noche tuve una falsa alarma a las 34 semana, después de eso me di cuenta de que era demasiado para nosotros como pareja, que al final estábamos armando una clínica en casa, que iba a haber muchísima gente alrededor. Dentro de mí  surgió la necesidad de parar todo, era mucho para nosotros y sobre todo para mí. Paramos todo.
A las 38 semanas y me empecé a conectar con preparar la ropita, su moisés, mi ropa, a donde va a estar Martina cuando nazca Benjamín, a prepararle su cuarto, el síndrome del nido…
Aunque siempre me quedó el deseo del parto en casa, nunca pensamos como iba a nacer…

Las experiencias de Martina y Benjamín fueron muy distintas y logré disfrutar y dedicarles a cada uno mi amor y atención.  Allá por mayo del 2007 con Martina la experiencia fue muy fuerte y las experiencias que  se movieron y  salieron  en esfero fueron las que terminé de soltar en mi trabajo de parto y de a poquito pude cerrar heridas antiguas muy dolorosas, tuve un parto sanador, amoroso. Lo pude disfrutar, fue muy fuerte, la experiencia más maravillosa e intensa que había tenido en mi vida.
Ahora bien, la experiencia de Benjamín fue muy distinta, yo diría que… salvaje!!!.


Las mamás que compartieron conmigo la clase de Gaby ese martes se dieron cuenta que ya estaba distinta. Ese día había tenido monitoreo y  Pablo (el doc) me dijo que estaba muy verde todavía, cuello de útero cerrado y duro. (Ya estaba en la semana 39.3) Pero toda la tarde me sentí rara, tenía molestias en el útero.   (Esto lo digo porque a veces los médicos no tienen paciencia y enseguida inducen los partos cuando el cuello no es “favorable”. Y yo digo que una puede cambiar en el lapso de horas.)
En la clase Gaby nos pidió que nos pongamos en una posición cómoda como si fuéramos a parir y yo me puse en 4 patas. Después esa posición me ayudo tanto…

Era 29 de septiembre  de 2009 y había cocinado ñoquis, Empecé a sentir “molestias” y me di cuenta que se venía. Comí con ganas pensé en cuidar mi energía.
Le dije a Juan,- Gordo, se viene. La mirada de felicidad de Juani no me la voy a olvidar nunca más.
La dormimos a Martina y empecé con unas contracciones sin dolor y de duración variable que se fueron yendo a medida que pasaban las horas. A la 1 am. Me di cuenta que se me habían ido las contracciones. Ahora pienso que para lo que fue el parto mi cuerpo me dio la última noche de sueño intenso. Sí, dormí como un chancho y a las 7 am. del 30 de septiembre de 2009 me despertó la primera contracción de parto. Muy dolorosa, ahí me acordé  lo que dolían las contracciones!!. Me acomodé con unos almohadones en 4 patas y empecé con la ooooooooo!! Juan empezó a contar el tiempo y eran cada 5 minutos y duraban 1 minuto. Muy regular. Seguí con la oooo, me salía grave, profunda, y la verdad es que me ayudaba a aliviar el dolor, Me acordaba de Gaby y su frase “ si soltás la tensión, aliviás el dolor” y así lo viví!!. A la media hora, lo llamamos a mi papá para que viniera a buscar a Martu.  Y le avisamos al doc; que emoción!.
Mientras seguíamos con Juan con la o, las posiciones, quise ir al agua, llenamos la bañadera y ahí me sentí en mi lugar, me relajé mucho. Juan me agarraba de la mano entre contracciones, fue muy intenso.
Llegó mi papá, se llevó a Martu y entre medio Juan cargó los bolsos y yo le pedí que me pusiera 3 almohadones en el asiento de atrás del auto para ir cómoda a la clínica. El trayecto del Bosque Peralta Ramos  hasta la clínica es largo…
Mientras tanto, yo soplaba, respiraba y soplaba, seguían cada 5 minutos y 1 minuto de duración. Y en ese momento cambió todo. Eran las 9:15. (sólo 2 horas de trabajo de parto) Me vino una contracción muy intensa, me salió una o, fuerte, grave y muy profunda, me logre relajar, me entregué, largué todo, mi angustia, mis temores, mi emoción, mi amor por Benjamín, por Martu, por Juan, salió todo, y… sentí que me abrí totalmente, hasta ese momento estaba muy volada entre contracción y contracción, pero cuando viví esa experiencia, sentí como el cuello del útero se abría por completo. Sentí una conexión profunda con las mujeres, me imaginé millones de mujeres pariendo a lo largo del tiempo, viviendo esta maravillosa experiencia que es dar vida y … volví a la realidad. Me paré en la bañadera, y le dije a Juan: - nos vamos YA!!!!!!!.
 Ahí arrancó la odisea, no me podía mover, sentí la cabeza de Benja, me di cuenta que todo se aceleró de golpe. Fui hasta el auto como pude con las piernas abiertas, me apoyé en la puerta y sentí deseo de pujo. Yo no les puedo explicar lo que se siente, es incontenible!!! Pero yo sabía que si pujaba salía!!!! Entonces puje un poquito, para aliviarme, y fisuré la bolsa. Juan me cargo en el auto, yo no me podía mover, y me abrace a los 3 almohadones… en 4 patas!!!!! Me puse la mano en el periné y me contenía el pujo, Juan desesperado habló con el médico. El le dijo que venía a nuestro encuentro. Mientras manejaba como un loco por la costa.
A la altura del faro, rompí la bolsa, se escuchó un ruido fuerte y yo creí que había salido la cabeza del bebé. Juan paró el auto, me bajó el pantalón y me dijo que todavía no había salido, se subió de nuevo y siguió la loca carrera!! El punto de encuentro era el Club Náutico.
Mientras tanto yo pujaba y me contenía con la mano el periné, y me tacté para ver por donde estaba la cabecita del bebé, y metí mas o menos una uña, o sea, ya salía, yo me di cuenta que no llegábamos a ningún lado. No sentía miedo, me conecté con personas y consejos que me ayudaban, posición cómoda, contenerme con la mano para no desgarrarme, respirar, aguantar el pujo… fui sintiendo como el periné se abría de a poco, la cabecita con cada pujo abombaba y se metía, creo que eso hizo que no me desgarre.
Llegamos al Náutico y  vimos como Pablo corría por la calle J. B. Justo para encontrarse con nosotros, se subió y como un yogui, nos dijo: quédense tranquilos, todo va a estar bien.
Imagínense la emoción cuando lo vimos!!! Juan dice que cuando lo vio creyó ver un ángel. Y yo ya no pude aguantar más, pujé con fuerza, me bajó el pantalón (si, el bebé nación con pantalón, medias y zapatillas puestas), y en un pujo salió  Benjamín.

Benjamín, nació rápido, pero empezó la vida despacito, enseguida me di vuelta y me puso el bebé sobre el pecho, vimos como se iba poniendo rosado, despacio, se movía, y al rato cuando el cordón dejó de latir, hizo un ruidito y ahí fue cuando tomó su primera bocanada de aire. Fue hermoso, salvaje, natural, quizá un poco loco. Pero yo siempre lo digo, los hijos nacen como quieren, uno se puede preparar, planear, organizar, pero a veces la vida te sorprende con estas cosas que hacen que todo valga la pena. Benja me pateó el tablero y mis piezas se desparramaron por toda la calle J. B.  Justo!!!!

Nació grande, 3.570 kg., sin intervenciones, ni analgesia, ni episio, ni nada. Eso si era lo que yo quería! Fue muy fuerte, intenso y a la vez hermoso.


Ahora nos seguimos acomodando. Dormimos relativamente bien, entre pañales de 2 tamaños, tetas, celos de la más grande, llantos del más pequeño. De a poco nos iremos organizando.  Estamos pensando en comprar una cama más grande, no se porque pero arrancamos dos  y cuando nos despertamos por la mañana siempre somos 4.
Estamos muy felices, que más le podemos pedir a la vida?

GRACIAS MARIANA!! Por compartirlo con otras mamás!







4 comentarios:

Anónimo dijo...

hola, soy adolesente pero creo q voy a ser mama.... solo quisiera saber q es lo mas dififcil del parto y de la crianza de los bebes?

Fernanda Gómez dijo...

Hola! seguramente es una tarea dificil que debe ser llevada a cabo con mucho AMOR! Mandanos tu mail y de donde sos! saludos!

marcia dijo...

que linda historia,estoy en busqueda de mi primer hijo. Tengo 23 años, mi pareja, quien tiene 31 tiene un hijo de una pareja anterior, estoy muy emocionada por este proceso de querer traer una personita al mundo, cuando charlo con amigas del tema, mucho no se emocionan, cada una tiene su rutina y prioridad a esta edad, quizas lo ultimo que quieran es tener un hijo, pero yo siento esta necesidad como mujer, de dar vida, traer vida, dar amor, ser amor. no existe el momento justo para tener hijos, mi pareja me lo "pidio" para el dia del padre, y deje de tomar las pastillas. Aun nada despues de atrasos de hasta 8 dias ... siempre me venia. lei, busque,levantaba las piernas despues de las reaciones, todos los consejos, y nada. ahora me relaje, y estoy esperando que venga cuando quiera, por que la estoy esperando, y ella siempre anduvo por ahi siempre estuvo ..."ella" por ue la siento mujer.la sentimos con mi pareja mujer del primer dia ojala sea asi y no se haga esperar. me banco la venga, pero ya quiero conocerla y tenerla dentro de mi.

marcia dijo...

quisiera contactarme con mariana para compartir experiencias ya que me gusto mucho su historia... hay algun contacto¡?